¿Cómo hacer una liposucción sin cirugía?

Hoy en día ya no es necesario pasar por el quirófano para remodelar nuestro cuerpo y eliminar la grasa localizada y la celulitis. Y es que la liposucción sin cirugía es posible, y gracias a nuevos tratamientos de medicina estética podemos combatir y disolver la grasa, que se acumula en determinadas zonas de nuestro cuerpo de una manera muy natural, con ayuda de técnicas que facilitarán su eliminación pero que no serán en ningún momento invasivas.

Uno de los tratamientos para llevar a cabo una liposucción sin cirugía es la intralipoterapia, una técnica para la que no es necesario utilizar bisturí ni anestesia, ni mucho menos precisa de ninguna intervención quirúrgica. Se trata de una solución gelatinosa y acuosa que libera de forma controlada pequeñas cantidades de una sustancia que se llama ácido desoxicólico y que consigue destruir los cúmulos de grasa que se encuentran localizados e instalados en distintas zonas de nuestro cuerpo.

Esta técnica utiliza productos totalmente biocompatibles que están en nuestro organismo y que éste reabsorbe fácilmente.

Con este tratamiento se puede eliminar la grasa acumulada, por ejemplo, en las caderas, abdomen, en los muslos, en la papada, en los brazos o las rodillas.

El ácido desoxicólico se introduce a través de una aguja finísima en el tejido adiposo, donde licua la grasa que está concentrada en estas zonas, rompiendo las membranas celulares. Y la elimina de manera natural a través de la orina. Se puede complementar, tras unos días de aplicación, con un drenaje linfático para intensificar los resultados.

Liposucción sin cirugía a través de la cavitación

La cavitación es otro tratamiento de medicina estética indicado para poder realizar una liposucción sin cirugía, y combatir la celulitis y la grasa acumulada en estas zonas del cuerpo que anteriormente hemos mencionado.

Se trata de aplicar unas ondas ultrasónicas en el tejido graso, que hacen que se desarrollen microburbujas de vacío. Las ondas actúan en la zona que se quiere tratar, donde consiguen romper las membranas celulares de los adipocitos. Esto no daña ningún tejido alrededor y consigue que la grasa se libere y se expulse a través de la orina. Es una técnica indolora que no precisa de intervención ni cirugía.

Tras la aplicación de la cavitación se puede realizar un masaje o sesión de presoterapia para contribuir a un mejor drenaje de los líquidos y grasas acumuladas.

Es aconsejable acompañar todos estos tratamientos de medicina estética sin cirugía de una adecuada hidratación, una dieta sana y equilibrada y algo de ejercicio físico, para que los progresos sean más evidentes y rápidos. Logrando así que el tejido se reafirme y adopte el volumen que debe tener tras haber eliminado la grasa que sobraba en estas áreas del cuerpo. Y también para mantenerlo, ya que después de haber hecho uso de determinadas técnicas debemos tener en cuenta que no son excusa para cometer excesos, sino que los efectos seguirán en el cuerpo siempre que pongamos de nuestra parte para que así sea.