El lifting con hilos tensores es un tratamiento destinado a tensar y rejuvenecer el aspecto del rostro y del cuello mediante un levantamiento natural de la piel y combatir, de esta forma, la caída de tejidos, la flacidez, el descolgamiento o la falta de tono facial. Es una técnica indolora, rápida y no invasiva que consiste en introducir estos hilos tensores, que son reabsorbibles, debajo de la piel, donde se fijan para que cumplan su función.
Se trata de toda una innovación en el campo de la medicina estética. Es una técnica segura para la que se emplean hilos de polidioxanona, un material reabsorbible que habitualmente se utiliza para realizar las suturas en el campo de la cirugía cardiovascular.
A los seis meses de colocación desaparecen pero su efecto dura entre un año y medio y dos, tiempo en el que estimula de manera natural la formación de colágeno.
Eso sí, un resultado adecuado sólo puede venir del trabajo de unas manos expertas, puesto que los hilos tensores deben colocarse en el plano adecuado de la piel y en una localización anatómica concreta para que lleven a cabo su acción de mejorar la consistencia de la dermis y el efecto tensor para que, de este modo, se pueda combatir la flacidez y los tejidos caídos de la cara y el cuello.
Se consigue así una reestructuración muy fisiológica y natural ya que la piel se va corrigiendo a sí misma.
Cómo se introducen los hilos tensores
Los hilos tensores se aplican a través de agujas o microcánulas, no hace falta bisturí. Antes de proceder a ello, una crema anestésica aplicada en la zona hará que el paciente no sufra ningún tipo de dolor.
No tienen un sistema de anclaje fijo, van suspendidos en el tejido subcutáneo, son de autosustentación o flotantes. Su grosor y forma puede variar dependiendo del área donde se vayan a colocar o la necesidad de tracción que se quiera obtener, entre otros factores.
El lifting con hilos tensores ya se aprecia desde su aplicación, puesto que se nota que los tejidos se han tensado. No obstante, será transcurridos unos meses cuando el efecto buscado se note en su totalidad.
El hilo estimula la generación de elastina y colágeno en el área donde se ha insertado y, también, mejora la circulación de la sangre.
Se construye, de esta forma, una especie de malla que soporta la piel y que está formada por el propio colágeno de la persona, y que es la que tensiona el rostro para lograr ese rejuvenecimiento facial, una mayor elasticidad, la piel está vital, más luminosa y, en definitiva, más bella.
En qué partes del cuerpo se puede hacer un lifting con hilos tensores
Aplicados en la cara, los hilos tensores consiguen definir el óvalo facial, difuminan las arrugas y elevan los tejidos que puedan estar caídos; asimismo, en la actualidad es la técnica más demandada para terminar con la flacidez del cuello. Pueda aplicarse, igualmente, para tratar la mirada y devolverle la juventud perdida debido a la posible caída de los párpados. Los hilos también elevan la cola de la ceja.
Este lifting se puede llevar a cabo en el resto del cuerpo, sobre todo para que zonas como brazos, muslos y abdomen se tensen y recuperen la firmeza que hayan podido perder con el paso de los años o por diversos motivos.