Ha llegado el verano y con él nuestras ganas de poder disfrutar de largos días en la playa y en la piscina luciendo el cuerpo por el que tanto nos hemos esforzado durante el resto del año. Dieta sana, ejercicio y constancia habrán sido los ingredientes para conseguir este objetivo.
Durante el verano, descuidamos algo más los alimentos que ingerimos y nos volvemos más sedentarios, por lo que coger unos kilos de más durante esta temporada suele ser algo habitual. A estos factores se le suma la retención de líquidos que, en muchas ocasiones, se puede confundir con un incremento de peso.
Estas épocas de tanto calor hacen que nuestra circulación sanguínea se ralentice y retengamos más líquidos en nuestro cuerpo. Nuestro sistema linfático, ante esta situación, no es capaz de eliminar todas las toxinas de nuestro cuerpo, por lo que se forma la tan temida celulitis y tenemos una constante sensación de hinchazón. ¿Cómo podemos prevenir esto?
Dieta equilibrada
En verano pasamos más tiempo fuera de casa y esto hace que nos cueste mantener un control de los alimentos que ingerimos. Si caemos en el error de consumir comidas que contienen demasiada sal, estaremos favoreciendo la retención de líquidos. Para prevenir esta situación tendremos que beber abundante agua a lo largo el día para mantener a nuestro cuerpo hidratado y consumir alimentos diuréticos como la piña, la sandía o la uva.
Ejercicio físico
Para prevenir la acumulación de líquidos y toxinas en nuestro cuerpo tenemos que ponerlo en marcha para que se mantenga activo y favorecer la circulación. Lo ideal sería encontrar un momento al día para dar paseos o salir a correr allá donde vayamos a estar durante nuestras vacaciones. Consiste en mantener nuestro cuerpo activo por lo menos unos 20 minutos diarios y no caer en el sedentarismo.
Tratamientos estéticos corporales
Los tratamientos como la presoterapia y la cavitación están especialmente indicados para combatir la retención de líquidos. Se trata de dos técnicas que consiguen mejorar la tonificación de nuestro cuerpo reduciendo la grasa acumulada.
La presoterapia utiliza un sistema de presión con aire gracias a una especie de “botas” que se colocan en las piernas de los pacientes. Al ejercer presión alternante en esta zona, se estimula el sistema circulatorio y linfático, consiguiendo eliminar las toxinas y líquidos que nuestro cuerpo debe expulsar.
Otro tratamiento estético que combate la retención de líquidos es la cavitación. Esta técnica utiliza ondas de ultrasonido para combatir la piel de naranja y favorecer la eliminación de toxinas. Gracias a estos ultrasonidos, se consigue descomponer las células adiposas situadas en las zonas con grasa localizada. El resultado es una piel más firme, tersa y con menos celulitis.
Si deseas quieres realizarte este u otros tratamientos no dudes en llamar a nuestro centro médico para pedir tu cita.