Una piel hidratada, una piel sana

La piel es el órgano más grande del cuerpo, lo cubre por completo y se convierte en una barrera que protege al organismo al mismo tiempo que mantiene su estructura y hace que esté conectado con el exterior.

Las agresiones externas afectan al equilibrio natural de nuestra piel y la función de protección que nos proporciona lo hace a través de la hidratación de la misma, que también consigue que sea resistente y flexible.

La hidratación natural no resulta suficiente para proteger a nuestro organismo debido a los diferentes factores a los que nos exponemos a diario, por eso, es fundamental darle un aporte extra de hidratación para que no se reseque y no haya grietas o tirantez. Una atención que debemos prestar durante todo el año y a cualquier edad.

Además de por el propio funcionamiento del organismo, que puede hacer que la piel vaya perdiendo su capacidad de retener el agua, también existen factores externos como el sol, la acción de la calefacción o el aire acondicionado o el consumo de alcohol y tabaco que pueden hacer que el agua se evapore con más facilidad y que la piel se vea afectada.

Y cuando la piel no se encuentra equilibrada es cuando surgen manchas, arrugas, flacidez o celulitis. Por eso, una adecuada hidratación es fundamental para mantenerla en perfecto estado, sana por dentro y con un aspecto más bello por fuera.

¿Cómo hidratar la piel?

El aporte extra de agua para hidratar nuestra piel se puede hacer de diferentes formas, y habrá que hacerlo interior y exteriormente, es decir, aplicando cremas que logren que nuestra piel esté suave, hidratada, tersa y elástica, e ingiriendo agua de forma diaria estableciéndolo como una rutina de belleza más.

Para ello, has de beber como mínimo unos ocho vasos de agua al día. Pero no sólo bastará con eso, también es importante que sigas una dieta saludable, equilibrada y variada, puesto que con la alimentación también estarás cuidando tu piel y dándole esa cantidad de hidratación que necesita para lucir sana y bella.

En cuanto a los productos de belleza, resulta imprescindible que utilices aquellos que se ajustan a las características propias de tu piel; un profesional deberá realizar un diagnóstico de cómo se encuentra y cuál es su tipología para saber qué cremas deberás emplear en cada caso.

Sobre todo, presta especial atención a la piel del rostro, puesto que es más sensible que la del resto del cuerpo y deberás cuidar su hidratación, comenzando siempre por establecer unos hábitos de higiene saludables para mantener la piel limpia y, en consecuencia, hidratada y cuidada.

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Rutinas diarias que te ayudarán a mantener tu piel hidratada

  1. Higiene facial. Las agresiones externas, el efecto del sol, del viento, el polvo, la suciedad… todo eso hace que los poros se obstruyan y para que tu piel se encuentre saludable debes limpiarla todos los días, sobre todo por la noche antes de irte a dormir.
  2. Desmaquillarte. No debes acostarte nunca con el maquillaje en el rostro y es fundamental que te desmaquilles cada noche con productos adecuados y suaves masajes circulares.
  3. Beber agua. Te ayuda a eliminar toxinas del organismo, limpia tu piel y la oxigena, y contribuye a mejorar la hidratación de la misma por lo que lucirá un aspecto mucho más bonito y saludable.
  4. Alimentación sana. Come verduras y frutas que te darán también una cantidad extra de agua y un aporte de vitaminas y minerales que tu piel necesita. Que no falten antioxidantes, vitamina C y omega 3
  5. Cuidado con el sol. Para mantener una piel cuidada e hidratada es importante que no te pases con el tiempo de exposición al sol, ya que además de resecarla aparecen arrugas y manchas.