Beneficios de la carboxiterapia

La carboxiterapia es un tratamiento de medicina estética, mediante el cual se inyecta subcutáneamente dióxido de carbono.

Se trata de una técnica no quirúrgica, que contribuye a reducir los tejidos grasos rompiendo la membrana de la célula grasa.

Está especialmente indicada para combatir la celulitis, la flacidez y a mejorar el aspecto y tersura de la piel.

A través de microinyecciones de CO2, la carboxiterapia actúa en zonas concretas del cuerpo donde se desea trabajar este problema de grasa acumulada. La aguja finísima está conectada a un aparato que va regulando el tiempo de infusión, la velocidad del flujo y la dosis de producto a inyectar.

Las sesiones tienen una duración de una media hora y cuando concluye el paciente puede llevar a cabo su rutina normal de forma inmediata. Generalmente el tratamiento se centra en dos sesiones por semana, aunque será el médico quien haga un diagnóstico de la zona y determinará cómo se desarrollará este tratamiento.

¿Para qué está indicada la carboxiterapia?

Los beneficios de la carboxiterapia se aprecian principalmente, en problemas como celulitis, circulación periférica, micro varices, psoriasis, flacidez de la piel, envejecimiento de la piel, obesidad en zonas localizadas del cuerpo, estrías, cicatrices o fibrosis post-quirúrgica.

Esta técnica data de los años 50. Cuando un grupo de cardiólogos franceses desarrollaron diferentes tratamientos dirigidos a solventar problemas que tenían que ver con una deficiente circulación y una mala cicatrización de las heridas. Éstos estudios fueron amplíados para tratar, igualmente, situaciones de grasa localizada y acumulada y otras afecciones estéticas.

Protocolo

La carboxiterapia y la celulitis

La celulitis afecta a muchas mujeres hoy en día. Vida sedentaria, hábitos poco saludables, estar mucho tiempo de pie o demasiado sentada, una deficiente circulación o predisposición genética, son algunos de los factores que desencadenan esta situación.

La carboxiterapia se presenta como una técnica apropiada para combatir este problema, que aparece cuando no existe un adecuado drenaje de las células grasas y las impurezas y deshechos del organismo se van acumulando en determinadas áreas del cuerpo.

Estas inyecciones de CO2 consiguen restablecer la función circulatoria haciendo que la velocidad y la cantidad de flujo sanguíneo se incremente.

Asimismo, también desciende la acumulación de líquido entre las células y la grasa acumulada se va destruyendo, con un estímulo natural del metabolismo. Se eliminan toxinas y se activa la lipólisis, es decir, el tejido graso se rompe.

En consecuencia, el tejido de nuestra piel mejora en aspecto y calidad, volviéndose más tersa, suave, lisa, uniforme y elástica.